2.
Dios y los negocios en la
Antigüedad
Porque yo sé los planes que tengo para
vosotros declara el Señor planes de bienestar y no de calamidad, para daros
un futuro y una esperanza. (Jeremías 29: 11)
El concepto de que la pobreza
es enviada por Dios y las riquezas son malas, es lo más falso que uno puede
decir de Dios y de la Biblia. Nuestro texto sagrado muestra con claridad que
Dios dotó al hombre de riquezas excepcionales; en Génesis 2: 8-14, se describe
una dotación de recursos naturales, entre ellos estaba el oro y otras piedras
preciosas que se mencionan por primera vez allí; la pobreza es efecto directo
de la maldad, la pereza y la distribución desigual de recursos, que se
relacionan con el pecado.1
Maldad (Génesis
6: 59). Después de la desobediencia de Adán todo designio del pensamien-to del
hombre era de continuo solamente al mal.
Pereza (Génesis 2:
15). Dios ordena al hombre trabajar y el sabio Salomón dice que la pereza
lleva a la pobreza. Proverbios 10: 4
dice: “La mano negligente empobrece; más la mano de
los diligentes enriquece”.
Proverbio 28: 19 dice: “El que labra su tierra se saciará de pan; más el que
sigue a los ociosos se llenará de pobreza”. Proverbios 19: 15 dice: “La pereza
hace caer en profundo sueño, y el alma negligente padecerá hambre”.
Distribución desigual de
recursos. Proverbios 22: 16 dice: “El que oprime al pobre para aumentar
sus ganancias, o que da al rico, ciertamente se empobrecerá”. Esta es la
historia en muchos países del mundo donde
la opresión ha generado deficiente distribución de recursos y, en la
actualidad, estos países tienen el índice Gini más alto, este índice se refiere
a la forma como la riqueza está concentrada en el 20 % de la población, mientras
que la pobreza es sufri-da por el 80 %. El índice Gini, mide niveles de
desigualdad siendo cero el ideal perfecto y el 1 % el más desigual. Los países
más desiguales del mundo son: Seychelles (0,658), Comoras (0,643), Sudáfrica
(0,631) y Namibia (0,630).
Uno de los argumentos que nos
muestran que la pobreza no es de Dios (aunque él ame a los pobres), es que en
la historia del Libro de Job, este lleva sus negocios conforme la palabra de
Dios, entonces todo va bien y es rico; es más, su familia se daba una vida
excepcionalmente cómoda (Job 1: 1-3). Pero cuando aparece Satanás en la escena
(Job 1: 6-12), llega la des-trucción y la pobreza (Job 1: 14-19); luego Dios
interviene, y Job se hace rico nuevamente (Job 42: 12-15).
Por ello, Jesús dice que el enemigo
solo viene para robar, matar y destruir (Juan 10: 10), Satanás es el verdadero
causante de la pobreza. Dios es el dueño del oro y la plata (Hagueo
2:
8); y Jesús añade “… yo he venido
para que tengan vida y la tengan en abundancia”; vida en abundancia en primera
medida refiere a la vida eterna, pero también a calidad de vida en este mundo.
Dios
está tan interesado en que tengamos riquezas que claramente dijo que él era el
quien daba el poder para hacer las riquezas (Deuteronomio 8: 18).
*. 1- No quiere decir que ser pobre equivale a ser pecador o que esta sea la causa, sino que el pecado es caldo de cultivo para que crezca la pobreza, pero Dios ama a los pobres y un pobre recto es de más estima ante Dios que cualquier rico malvado (Proverbios 28: 6).
*. 1- No quiere decir que ser pobre equivale a ser pecador o que esta sea la causa, sino que el pecado es caldo de cultivo para que crezca la pobreza, pero Dios ama a los pobres y un pobre recto es de más estima ante Dios que cualquier rico malvado (Proverbios 28: 6).
No hay comentarios:
Publicar un comentario