Serie. Negocios según el modelo bíblico. Aspectos claves de los negocios que están previstos en la Biblia

5. Aspectos claves de los negocios que están previstos en la Biblia

Las acciones de Cristo en este mundo deberían entenderse como modelo para sus seguido-res; en tal sentido, su permanente alusión a los negocios y a situaciones prácticas de la vida, deberían llevarnos a reflexionar sobre la necesidad de aplicar sus lecciones en la toma de decisiones diarias. Las enseñanzas que el impartió son referentes claves para los negocios del siglo XXI, y contienen principios que resisten la prueba del tiempo. Veamos algunas de las claves que dio Jesús al abordar los negocios.

5.1. Los negocios deben reportar ganancias (intereses)

Jesús contó una historia como referente de los negocios temporales y los negocios eternos. En la historia contada en el libro de san Lucas, capítulo 19: 13 y 23 (versión NVI) el Señor les dice a sus siervos “Hagan negocios con este dinero hasta tanto que yo vuelva” y además, al momento de realizar auditoría de los resultados (versículo 23 de san Lucas 19) le dice a quienes no obtuvieron utilidades “entonces por qué no pusiste mi dinero en el banco para que al regresar pudiera reclamar los intereses?”. De acuerdo con el texto la decisión fue retirar de la gerencia de esos negocios a la persona improductiva y entregar el negocio para ser administrado por personas que generaran ganancias.

5.2. Es necesario dar más de lo esperado por la gente. Segunda milla

Jesús habló de la segunda milla, “si alguien te obliga a llevar carga por una milla, ve con él dos” (San Mateo 5: 41). Estas palabras están dadas en el contexto histórico como una práctica muy común en época de Cristo. Los romanos que dominaban en Israel, para demostrar su poder sobre los ciudadanos, les obligaban a llevar pesadas cargas por una milla (la milla romana equivalía a 1480 metros), sin embargo, Jesús invita a sus seguidores a correr una milla adicional. Para un ciudadano actual, tal vez las palabras de Jesús no significarían mucho sacrificio, pero para un judío en los tiempos del dominio romano, la primera milla era ya de por sí una humillación y pensar en una milla adicional, resultaba casi impensable y rematadamente humillante.

Jesús sabía que correr la segunda milla, es la mejor manera de ser excepcional. El común de la gente corre la primera milla y eso, sin duda, no sorprende ni genera valor agregado, lo verdaderamente sorprendente para un romano era que al pedirle a un judío que corriera la primera milla, este sin exigírselo, recorriera una milla adicional. Esta es una de las lecciones más representativa de Jesús respecto a la vida y los negocios. La mayoría de sus enseñanzas giran en torno a esta. Hay que pagar un precio por las cosas de excelencia. El precio de correr la segunda milla.

 “Si hacéis lo que los demás hacen, ¿qué merito tenéis?” (Lucas 6: 33), dicho de otra manera, no hay nada de extraordinario y excepcional, al fin del día, solo se destacan quienes dan más pasos y recorren una milla adicional, los que son capaces de dar más calidad a sus clientes, de entregar mejor atención a sus usuarios, de dar más y mejor satisfacción a los públicos que atienden, esos corren la milla adicional.

No tiene nada de extraordinario el saludar a quien nos saluda, prestar a quien nos presta, invitar a quien nos invita, y dar un producto por el que se ha pagado el precio apropiado, lo verdaderamente excepcional es que al entregar este producto el cliente sea sorprendido gratamente descubriendo que se han superado sus expectativas. La medida de excelencia de Jesús es hacer el doble del nivel de los demás, eso es excepcional y en el mundo de los negocios el mercado premia este esfuerzo.

Jesús fue el primero en enseñar que el éxito tiene un costo que hay que pagar y ese costo tiene que ver con correr la segunda milla. “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tómese su cruz y sígame”. Dice “niéguese a sí mismo”, porque el cuerpo desea complacerse y hay que hacer el esfuerzo por exigirse a fin de salir de la zona de comodidad para avanzar en la milla adicional. La razón por la que pocos logran destacarse es por lo difícil que resulta correr la segunda milla, a menos que optemos por negarnos la complacencia de estar cómodos, sin la fatiga del esfuerzo extra.

Descripción	Acción común + sencilla	Correr la segunda milla implica asumir el costo
En la reacción ante cualquier ofensa	Pagar mal por mal, “ojo por ojo y diente por diente” (Éxodo 21: 23- 25, Levítico 24: 18-20)	No paguéis a nadie mal por mal (Romanos 12: 17), el que te hiere en una mejilla devuélvela también la otra (1)
Pedro pregunta cuantas veces se debe perdonar al hermano	Pedro cree que hasta siete veces (San Mateo 18: 21)	Jesús la dice, que 70 veces 7 (San Mateo 18: 22)
En la relación con las demás personas	Amar al amigo, pero odiar al enemigo (San Mateo 5: 43)	Jesús nos manda a amar el amigo y al enemigo, orar por los que nos ultrajan (San Mateo 5: 44)
	Hacer el bien a los que hacen bien (San Mateo 5: 46)	Hacer el bien a los enemigos (San Mateo 5: 44)
	Saludar a los que lo saludan (San Mateo 5: 47)	Saludar a todos (San Mateo 5: 48)
En la manera como estructuramos lo que hacemos	Hacer lo fácil que implica menor esfuerzo, construir sobre la arena (San Mateo 7: 26-27)	Construir sobre la roca (San Mateo 7: 24-25)
Jesús corrió la segunda milla, en su propósito de hacerse como nosotros y salvarnos	Lo normal habría sido hacerse como uno de nosotros	Pero él se hizo hombre y estando en condición de hombre se humilló hasta la muerte, tanto que murió con la muerte reservada a los criminales (Filipenses 2: 6-8)

5.3. Sinergia en la Biblia

“Mejores son dos que uno, la cuerda de tres hilos no se rompe fácil” (Eclesiastés 4: 12).

El beneficio que se crea al unir elementos separados es superior a la suma de acciones individuales. En el mundo empresarial esto se llama sinergia, fenómeno en el cual el efecto de la influencia o trabajo de dos o más agentes, actuando en conjunto, es mayor al esperado considerando la suma de las acciones de los agentes por separado.

Nota1: - El que presenta la otra mejilla desmonta los presupuestos sociales que confieren al agresor el poder de humillar y someter. Su gesto es un desafío. Incluso en el caso de que el agresor opte por darle un puñetazo, estaría de este modo reconociéndole como igual. En cualquier caso, la iniciativa ha cambiado de bando y está ahora en manos de quien era considerado menos que un ser humano. Ha demostrado que su dignidad como persona no se desmorona con un bofetón (De Mingo, 2005).